jueves, 28 de febrero de 2013

Una historia para reflexionar

El baloncesto, como ocurre con todo deporte, debe ser tratado como un entretenimiento por la inmensa mayoría de las personas que lo practicamos o seguimos, como un medio para disfrutar y evadirnos de lo que sucede en nuestro día a día, pero nunca podemos hacer que nuestra vida dependa del baloncesto, dado que salvo que seas una gran estrella, no podrás vivir de él, y aunque lo hayas sido, la falta de educación puede hacer que al terminar tu carrera tengas problemas para sobrevivir aunque hayas ganado millones y millones jugando al basket (no hay mejor ejemplo que el de Allen Iverson, pero ha habido múltiples casos como el suyo a lo largo de la historia).

Allen Iverson durante la etapa más destacada de su carrera, cuando jugaba en Philadelphia 76ers

Pues esta es la enseñanza que nos intenta transmitir la película "Entrenador Carter" (2004), un drama dirigido por Thomas Carter, y con Samuel L. Jackson en el papel del protagonista.

Cuenta una historia basada en hechos reales, en la que Ken Carter pasa a ser entrenador de los chicos del instituto Richmond, uno de los institutos con peor nivel académico de EEUU, y situado en una zona donde habitualmente circulan las drogas, las bandas callejeras etc.

Carter consigue hacerse con las riendas de un equipo que en la anterior campaña logró un record nefasto, pero que con él alcanzaría un gran número de victorias consecutivas, convirtiéndose en la gran revelación del pais. 

Samuel L. Jackson

El entrenador Carter accedió al cargo con la condición de que todos y cada uno de los jugadores lograsen una nota mínima, razón por la que decide cancelar varios entrenamientos y partidos, lo que se tradujo en una fuerte oposición del instituto, las familias y la prensa, que desean ver al entrenador fuera y a los chicos jugando, dado que las expectativas económicas y de futuro para estos chicos son realmente nefastas según ellos.

Este drama contiene un guión fácil de seguir, pero no ausente de varias historias colaterales y numerosas escenas emotivas.

Quizás se le pueda reprochar la exageración en las jugadas que se dan durante los partidos, pero ese es un clásico de toda película con el baloncesto de trasfondo.


Un film muy recomendable para todos los públicos (no sólo aficionados al baloncesto), y que te puede ayudar a reflexionar sobre que debes priorizar en tu vida.   

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